Como alguna vez me dijera un amigo
cuando le pedí que me enseñara a dibujar: “¿Cómo puedo enseñar si aun estoy
aprendiendo?” Lo mismo se aplica en esta situación, es pretencioso de mi parte
hablar del como escribir aun estando en el sendero. Aun así intentaré exponer lo más básico que
considero, todo escritor debería tener.
Como regla de oro, aquel que aspire
a ser escritor debe leer mucho. ¿Pues como se pretende hacer algo cuando no se observa
lo que otros han hecho en su rama? Creo que bien esto se aplica como regla
general en todos los ámbitos. El cegarse para evitar plagiar inconscientemente
o copiar un estilo sin siquiera notarlo, es tan tonto como querer cocinar un
pastel sin usar harina. Lo primero que debes entender es que te pasara, todos
nos inspiramos en algo o alguien para hacer las cosas diarias de nuestra vida. Bien
lo dijo Platón, el arte es imitación. Hasta a el más grande le ha pasado, y al
más pequeño ya le paso, y a ti te pasará. No se puede evitar.
Pero bien, si vas a leer, ¿qué leer?
En mi opinión personal, entrar a letras españolas fue una de
las mayores bendiciones, fuera de las clases regulares de lingüística, filosofía,
gestión cultural, redacción, etc. fue siempre una materia de modelos literarios
en donde nos imponían lectura del canon literario hispanoamericano. De la Ilíada
a la Odisea, del Quijote al Lazarillo, nos llevaban junto al Cid campeador y
con la vieja Celestina, nos introducíamos en las tierras españolas como
mexicanas. Leer el canon es fundamental, dicen algunos, pero si es así, ¿que
canon deberíamos leer? ¿El latino o el español?, ¿El anglosajón o el asiático?
¿El ruso o el alemán? Todos tienen su canon, todos te dicen lo que deberías
leer y como leerlo. Tal vez la respuesta más obvia sería con una condicionante:
Depende de a que literatura te vas a dedicar. ¿Será que asi es? En mi caso, no
lo creo.
La verdad es que nunca vas a terminar de pensar en que leer,
asi que lo mejor siempre será ponerte a leer lo que tengas a la mano, ¡todo
ayuda! Siempre he pensado que encontraras una valiosa lección en una obra magna
como el Quijote, tanto como en una literatura sencilla, más no por eso mala o
menos meritoria, como Harry Potter. Siempre irás aprendiendo algo valioso, es
como la vida, aprendemos de experiencias malas y buenas por igual, siempre y
cuando desees aprender. Solo trata de evitar los libros de autoayuda o superación
personal, ya que, como diría mi madre, esos tiran para otro lado.
En mi caso, siempre he leído lo que
se me antoja. Me introduzco en la tierra media de Tolkien, paso por el Hogwarts
de Rowling, escucho los diálogos del Fausto de Goethe, tanto como atiendo a las
vivencias de la Crónica de una muerte anunciada de García Márquez, me encanto y
estremezco con los relatos de Lovecraft y Poe, así como me fascino con la
locura, la muerte y el amor de Horacio Quiroga, viajo a los mundos de Narnia y
Perelandra de Lewis, y vacaciono en el Arrakis de Herbert, lucho con Akiles en
la Ilíada de Homero, platico con el Quijote de Cervantes, y conspiro junto a
los Lannister en la Canción del fuego y el hielo de Martin, asi como me asombro
con Aura de Carlos Fuentes y recorro los mundos altos y bajos de La divina
comedia de Dante… por mencionar algunos.
Como se puede ver, no desprecio los canones. Siempre es bueno ver lo que otros consideran
que es un “obligatorio de leer” y me admiro
con las grandes maravillas que el mundo de las letras va formando a través de
la historia y que han sido reconocidos mundialmente. Hay mucho que aprender del
canon, pero también lo hay de la literatura fuera de este. Lo ideal es no
despreciar nada, reitero, hay mucho provecho en cualquier clase de literatura
buena, mala, o excelente. Lo malo es que
hay mucho que leer, y muy poco tiempo.
Lo siguiente que voy a decir, ya lo
ha dicho Stephen King es su libro On Writting, con quien concuerdo en mucho más
no en todo: Se debe dedicar mucho tiempo de la vida a la lectura, es el primer
habito que debes tomar y amar, leer cada que puedas y donde puedas, todo
dependerá por supuesto de tu nivel de concentración y dedicación. Si no estás
dispuesto a leer de principio a fin, por tiempo o decidía, no tienes entonces
el compromiso para escribir, mejor busca otra cosa que hacer, si se me permite
un poco de brutal honestidad… los estantes de las librerías ya tienen
suficiente material para dos mundos como para que se llenen de textos sin mucho
que ofrecer.
Ahora cubierto lo básico, dicho lo
que se de planta de varios autores y por experiencia aportaré una opinión personal.
Para escribir, a pesar de leer literatura, debes leer la vida, cada fragmento
de ella, irla desglosando a cada paso y drogarte con sus aromas, enviciarte con
sus placeres y entregarte a sus sensaciones. Hay mucho allá afuera que vivir, y
por lo tanto mucho de lo que aprender.
Se puede leer las risas, los besos, el sexo, el dolor, las lágrimas,
las mujeres y los hombres, los campos verdes, y los mares muertos, se puede
leer la muerte tanto como la vida, se puede leer la tristeza y la alegría, se
puede leer la música y la pintura, las voces y la gente que las expresa, se
puede leer a Dios y al humano. No hay nada en este mundo que no se pueda leer.
Aquel que se pierde de la vida, se pierde del placer de
conocer el propósito del hombre y del mundo en el que vive. Se debe recordar
que el leer es comunicación, y nunca se debe olvidar esto, leemos para ver lo
que otros nos tienen que comunicar, incluso en un relato ficticio. Y
comunicarnos es compartir experiencias, y las experiencias vienen de las
vivencias.
Por lo tanto, todo se resume en lee mucho, vive mucho, y si
se me permite agregar de una manera egoísta, de la manera más decente posible.
Dicen que leer es telepatía,
otros cuentan que leer es experimentar,
y algunos que leer es viajar,
para mi, leer es vivir en ojos ajenos
Victor A. H. Segura.
Muy buena entrada!!, creo que es mi favorita hasta ahora. Me fascinaron muchas expresiones e ideas que plasmaste en el texto. Amo tu alma literaria.
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